Las eras de Teno y la cultura del cereal

Antonio C. Perdomo Molina (Ge贸grafo) y Alfonso Molera Teruel (Ingeniero Agr贸nomo)

Fotos: Antonio C. Perdomo Molina - Rincones

 

Entre los m煤ltiples ejemplos que ha dejado la actividad agraria en el paisaje de Teno (hornos, cuadras, huertas, tagoras1...), las eras presentan, por sus dimensiones y su papel central en la actividad productiva del cereal, un lugar de primer铆sima importancia. Aunque en la actualidad pueda resultarnos extra帽o, el cereal fue el cultivo m谩s importante de la historia de Canarias. Reducido a cultivo testimonial actualmente, se hace dif铆cil explicar el desarrollo econ贸mico de las islas sin su presencia. El papel que el cereal represent贸 en la alimentaci贸n de la poblaci贸n, especialmente de las clases populares, explica las huellas que su actividad ha dejado en el paisaje. Su escasa presencia en las fuentes escritas se explica por tratarse 鈥渢an s贸lo鈥 del alimento b谩sico de las clases populares y no de las m谩s pudientes e ilustradas.

 

 

Las eras de Teno Alto son un buen ejemplo de ese pasado cerealista, aunque en el caso de Teno presentan caracter铆sticas excepcionales respecto a las del resto de la isla. Aparte de la concentraci贸n de m谩s de cincuenta eras en un espacio productivo relativamente peque帽o, hemos de destacar la presencia de estructuras originales, ausentes en el resto del espacio insular.

 

Abandonadas del mismo modo que el cultivo del cereal y las leguminosas para grano, quedan como hitos en el territorio. Sufren un deterioro manifiesto y la progresiva p茅rdida de los conocimientos asociados, de la historia de su construcci贸n y, en muchos casos, hasta de su localizaci贸n. Junto a eras que a煤n mantienen su funcionalidad, aunque sea a escala reducida, otras han sido transformadas en gallineros o cabrerizas, en lugares para tenderetes, en dep贸sitos de chatarra, en queser铆as... o languidecen, abandonadas, con sus muros ca铆dos y viendo crecer la vegetaci贸n entre su anta帽o cuidado empedrado.

 

 

El presente trabajo pretende aportar datos que permitan la recuperaci贸n de algunas de ellas con una funcionalidad diferente y evitar la p茅rdida de los conocimientos e historias asociados a este patrimonio etnogr谩fico de alto valor cultural.

 

En el a帽o 2006 tuvimos la suerte de poder finalizar, para la Oficina de Gesti贸n del Parque Rural de Teno, un estudio y censo de las eras de aquel espacio. El objetivo general era el de recopilar todos los conocimientos relacionados con las eras, realizando de una manera sistematizada un censo de las mismas que incluyese una cartograf铆a. Igualmente se propon铆a la recuperaci贸n de algunas de ellas dot谩ndolas de una nueva funcionalidad relacionada con la actividad tur铆stica. En ese sentido el trabajo terminaba proponiendo el trazado de tres itinerarios que permit铆an tener una visi贸n de conjunto de las eras y de las singularidades del paisaje de Teno Alto.

 

 

Se eligi贸 como territorio objetivo el comprendido dentro de los l铆mites de la Zona de Uso Tradicional de Teno Alto seg煤n lo se帽alado en la zonificaci贸n del Plan de Uso y Gesti贸n del Parque Rural de Teno2, que abarca una superficie de 786 ha. Se estableci贸 este l铆mite para delimitar un 谩rea de trabajo que englobase toda la superficie agraria de la zona y por lo tanto todas las eras.

 

Las caracter铆sticas de las eras de Teno

 

Las eras de Teno presentan algunas singularidades que les son propias. Especialmente es destacable la presencia de los aventaderos, grandes ventanales abiertos en sus altos muros por los cuales se regulaba la acometida del aire.

 

 

Es posible observar diferencias en los materiales que las conforman entre las eras m谩s antiguas y las m谩s modernas. As铆, en las modernas podemos ver c贸mo el cemento ha sustituido a la tierra como argamasa de uni贸n de las piedras que componen el suelo, facilitando con ello la recogida de los granos que quedan en las uniones. Igualmente el hormig贸n ha sustituido la mamposter铆a de piedra seca en algunos muros de contenci贸n perimetral y en las restauraciones de los muros desplomados. Del mismo modo, aunque las fuentes orales nos informaban de que lo usual era contar como piedra central con una piedra de molino gastada, en todos los casos, menos en la Era de Juan Verde, hab铆a sido sustituida por un canto de mediana dimensi贸n.

 

De manera general, las eras presentan varios elementos caracter铆sticos que se repiten en Teno. Debemos destacar entre 茅stos las siguientes especificidades:

 

 

Piedra central: como indic谩bamos, s贸lo en la Era de Juan Verde encontramos una piedra de molino. En gran n煤mero de ellas la piedra central no difiere en exceso del empedrado adyacente.

 

Suelo: en Teno Alto encontramos eras empedradas, la mayor铆a, y otras excavadas en la tosca total o parcialmente3. Son muy pocas las que presentan el suelo de tierra apisonada. Predominan los suelos de piedras, aunque el estado de conservaci贸n de los mismos en algunas es malo. Se encuentran deteriorados por la falta de empedrado o por la acumulaci贸n de tierra y vegetaci贸n, que en algunos casos llega a ser de 谩rboles plantados en su interior. Las dimensiones de las piedras que componen el empedrado y el acabado de las mismas son variables, desde empedrados de peque帽as dimensiones (5-10 cm) a piedras de mayores dimensiones (10-25 cm).

 

 

Madrinas: las madrinas son las alineaciones de piedras que partiendo del centro llegan hasta el pretil, destac谩ndose del conjunto del empedrado. Este tipo de estructuras es s贸lo observable en una era, aunque bien podr铆a estar presente en otras, pero el deterioro del pavimento y la acumulaci贸n de tierra impiden su visi贸n.

 

Pretil: se trata de las piedras4 que cierran el conjunto de la era, con la funcionalidad de evitar que el grano y la paja saliesen del recinto y los animales no pudiesen tampoco abandonarlo a su voluntad. En el caso de Teno Alto los pretiles constituyen en general muretes relativamente altos, que en la zona del aventadero llegan a alcanzar los tres metros de altura, pero en general son menores, de 50 贸 60 cm.

 

 

Entradas: la entrada es la ruptura del pretil que permite que accedan con comodidad ganado y personas. Con las dimensiones medias de los pretiles en Teno, es normal encontrar entradas en pr谩cticamente todas las eras.

 

Como ya hemos indicado, merece menci贸n aparte la existencia de los peculiares aventaderos5. Se trata de ventanas (sin dintel) abiertas en el muro perimetral. Su situaci贸n se corresponde invariablemente con el lugar por donde baten los vientos dominantes, con ligeras modificaciones locales debidas a la orograf铆a del terreno, es decir, abiertas al alisio que azota estas tierras desde el Noreste o Nornordeste. En Teno Alto son estos vientos los que, por su potencia, se manifiestan como los ideales para la labor de aventar.

 

 

驴Cu谩l es la raz贸n que explica la presencia de estas estructuras en Teno Alto y no en el resto de la isla? Como bien indicaban los propios agricultores 鈥es que si no el viento se lleva todo6. Ciertamente, en los meses de agosto y septiembre, cuando el trigo est谩 en la era para su trilla y aventado, coincide con los momentos en que los vientos alisios incrementan su velocidad por el desplazamiento del anticicl贸n de las Azores hacia latitudes m谩s septentrionales. La fuerza del viento en esos meses obliga a que deba regularse su potencia mediante los aventaderos y la instalaci贸n en 茅stos de barreras que menoscaben su violencia. Para ello 鈥se colocaban ramos empinados7, es decir, sobre una estructura formada por palos de brezo u otras maderas, dos de ellos terminados en horquilla y un tercero apoyado a modo de dintel sobre los mismos8, se forraba con ramos de brezo9, de manera que seg煤n la violencia del viento se iban quitando o poniendo ramos, con lo cual se pod铆a regular la incidencia del mismo.

 

Cuando comenzamos el trabajo de campo y pregunt谩bamos a los habitantes de Teno Alto por la existencia de eras, lo m谩s com煤n era obtener por respuesta que en Teno Alto 鈥cada casa tiene una era鈥. Esta apreciaci贸n es tan fiel a la realidad que localizamos algunas siguiendo la m谩xima de que si exist铆a una casa deb铆a de haber una era en las proximidades. As铆 es: en Teno Alto cada casa tiene una era, y son muy pocas las que no est谩n asociadas a una vivienda. Esta apreciaci贸n nos llev贸 a la pregunta de por qu茅 construir tantas, cuando en otros lugares existen ejemplos de eras comunitarias. La respuesta la obtuvimos de los propios agricultores: 鈥cuando todos quieren trillar, todos quieren trillar10. Es decir, cuando ven铆a el momento de la trilla todo el mundo quer铆a trillar a la vez, lo que las hac铆a necesarias para evitar conflictos. La raz贸n de esta coincidencia en el tiempo queda bien explicada si observamos las condiciones meteorol贸gicas de Teno Alto en los momentos de trilla. Cuando llega el verano es cuando el alisio toma mayor fuerza, y con 茅l llegan las nieblas. M谩s del 40 % de los d铆as en el verano hay mar de nubes en Teno Alto11, lo que implica las condiciones m谩s indeseables para trillar, ya que se necesita un tiempo seco y soleado. Respecto al 60 % de las posibilidades restantes, aunque no haya niebla las condiciones no tienen por qu茅 ser 贸ptimas. Como bien indicaba Jos茅 D铆az Medina, 鈥es que despu茅s de un tiempo viene otro鈥. No era excepcional en Teno Alto que las malas condiciones ambientales provocasen que el grano se 鈥済relase鈥12 en la era. Los propios agricultores nos indicaron que era raro el verano en que hab铆a m谩s de ocho o nueve d铆as de buenas condiciones.

 

 

La proximidad a las casas se explicaba por la comodidad que supon铆a esta cercan铆a. En muchos casos se trillaba de noche si hab铆a buenas condiciones (tiempo sur) y as铆 se evitaba tener que dormir en la era para cuidar el grano esperando a que las condiciones fueran propicias.

 

La cultura del cereal ligada a las eras

 

Aunque hemos designado la cultura asociada a las eras como la cultura del cereal, hemos de indicar que el cereal (trigo, cebada, centeno...) no era el 煤nico vegetal que se trillaba. Tambi茅n se trillaban otros granos, especialmente las leguminosas13. Entre 茅stas destacaban las habas (Vicia faba L.), tanto las de grano peque帽o, tradicionales y m谩s antiguas en su cultivo, como las habas chochas, m谩s grandes. Los agricultores prefer铆an las peque帽as, a pesar del tama帽o de sus granos, por dar mayor cantidad de grano. El tipo de haba de grano peque帽o presenta similitudes en su forma y tama帽o con las habas encontradas en los yacimientos arqueol贸gicos.

 

 

Tambi茅n se trillaban los ch铆charos castellanos (Lathyrus cicera L.), usados en el potaje y para componer, que daban a los guisos un sabor peculiar y agradable. En los 煤ltimos a帽os se han introducido en Teno Alto los llamados ch铆charos blancos o majoreros (Lathyrus sativus L.), de granos m谩s grandes y color blanquecino.

 

Con uso ganadero se trillaban en las eras, para obtener la semilla del a帽o siguiente, los ch铆charos moros (Vicia ervilia L. Wild.), siendo este territorio uno de los pocos reductos en Tenerife donde a煤n se pueden conseguir semillas de esta especie, que antes era com煤n en el resto del territorio insular. Por 煤ltimo, se trillaban las lentejas (Lens culinaris Medik.), siendo 茅stas otras de las semillas perdidas en la isla que a煤n se conservan en Teno Alto. En resumidas cuentas, las eras serv铆an para el procesado de todos aquellos vegetales aprovechados por sus granos, salvo los chochos (Lupinus albus L.), que se 鈥majaban al palo鈥, golpe谩ndolos para sacar el grano, sobre una s谩bana, en el mismo terreno de cultivo.

 

Segados los cereales y formados los mollos14 y las cargas15 para su acarreto16 hasta la era17, eran dispuestos en frescales18 alrededor de la era; por esto se dejaba, si se pod铆a, un terreno expedito en los alrededores. Una vez que llegaba el cereal a la era y se daban las condiciones propicias, se realizaban las siguientes labores: trilla, avienta y la limpieza del grano.

 

 

La trilla es el proceso por el cual se separa el grano de la espiga y la ca帽a del cereal (tallo) se aplasta y rompe transform谩ndose en paja. El proceso se realizaba con bestias19 o con vacas. Las dimensiones de las eras condicionaban las tareas de trilla. En las mayores era posible elegir entre trillar con el trillo o bien en cobra20; todav铆a se recuerdan trillas de doce vacas trillando en cobra en una misma era o dos yuntas con trillos, una detr谩s de otra. Para las peque帽as (como las de Taburco), donde el giro no permit铆a el arrastre del trillo, se utilizaba el burro, que con su patear separaba el grano de la paja.

 

El censo de las eras

 

Algunas eras han desaparecido con el tiempo y no han dejado rastro al utilizarse las piedras para la construcci贸n o ampliaci贸n de alguna vivienda. Otras se volvieron a construir 鈥m谩s all谩鈥 para aprovechar mejor el viento. De algunas hemos tenido noticias de su existencia pero son de muy dif铆cil localizaci贸n, destacando tres de ellas: una situada en las cercan铆as del Lomo del Empedrado; otra en el mismo Bailadero 鈥搖na era de tierra conocida como la Era de Delfina, que se montaba cuando hab铆a que trillar fabricando una estructura de palos para enramar que se desmontaba al final de la trilla鈥; y la tercera cerca de Los Partidos, cercana a un tagor贸n21, en la cual se lleg贸 a trillar un mont贸n de trigo que 鈥no hab铆a cabrero que lo saltase con la lanza22.

 

 

El tama帽o de las eras es muy variable, oscilando entre los 23 m2 de la Era Peque帽a de la Mulata y los 282 m2 de la Era de la Casa Quemada. El 谩rea agr铆cola de Teno Alto es de 357 ha, de las que en 2006, 312 ha no se cultivaban. Si hallamos la media del terreno cultivable que corresponder铆a a cada era, 茅sta es de 6鈥6 ha. La superficie total que ocupan todas las eras es de 6.675 m2. Si calculamos la relaci贸n de la superficie cultivable por m2 de era, 茅sta es de 535 m2.

 

Las eras est谩n situadas en una franja de unos 400 metros de altitud, que va desde los 851 metros de altitud de la era de La Siete hasta los 467 metros de las eras del barranco de Las Cuevas23. Est谩n repartidas por todas las 谩reas de cultivo de Teno Alto, desde las m谩s bajas a las m谩s altas, siempre pr贸ximas a las casas como hemos indicado, las que no lo est谩n, se sit煤an en zonas de cultivo como El Front贸n o El Lomo del Medio.

 

Algunas eras son relativamente recientes, como la Era de Respingo, que tiene en torno a los 30 a帽os, y otras son muy antiguas, como la llamada Era Vieja o la Era de Chi帽aco, cuya antig眉edad se estima en m谩s de 200 a帽os.

 

 

Conclusi贸n

 

La situaci贸n socioecon贸mica actual en Teno Alto no es muy halag眉e帽a. El despoblamiento paulatino que sufre este n煤cleo se debe sobre todo a su lejan铆a de los centros de intercambio econ贸mico y al envejecimiento de la poblaci贸n sin relevo generacional.

 

El Parque Rural de Teno es muy visitado por el turismo de senderismo. La generaci贸n de ingresos por la prestaci贸n de servicios (alojativos, de restauraci贸n) combinada con la venta de productos agropecuarios t铆picos de la zona (queso, miel, azafr谩n, papas...) parece hoy en d铆a la 煤nica posibilidad de mantener el arraigo de la poblaci贸n en Teno Alto y asegurar unos ingresos econ贸micos suficientes. Un elemento a desarrollar en trabajos posteriores puede ser el establecimiento de rutas que combinen el turismo etnogr谩fico con el senderismo y con la visita a establecimientos con oferta alojativa, de restauraci贸n y de comercializaci贸n de productos locales.

 

 

Agradecimientos

 

Hemos de agradecer a todos los habitantes de Teno la acogida que nos han brindado; siempre nos han recibido e informado sin ning煤n tipo de cortapisas. Especialmente se han mostrado generosos con nosotros: D. Jos茅 Mart铆n; D. Jos茅 D铆az Medina; D陋 Mar铆a Gonz谩lez P茅rez; D陋 Cipriana Mart铆n Mart铆n; D. Francisco D铆az 脕lvarez; D陋 Gloria Mart铆n P茅rez; D. Victoriano Gonz谩lez Gonz谩lez; D陋 Antonia Regalado; D. Jos茅 Verde; D. Manuel Gonz谩lez Rodr铆guez; y D. Pedro Gonz谩lez Mart铆n.

 

Igualmente la Oficina de Gesti贸n del Parque Rural de Teno y su director, D. Abel Herrera, han colaborado y apoyado este proyecto que surg铆a desde nuestra inquietud y coincid铆a con sus necesidades. La generosidad de D. Manuel Lorenzo Perera y D陋 Mary Garc铆a les permiti贸 compartir la mucha informaci贸n que controlan. 飦

 

Bibliograf铆a

 

- Brito, Marcos. An谩lisis de una infraestructura agraria: las eras en el municipio de Arona. Los Cristianos, Arona: Llanoazur, 2002.

 

- Lorenzo Perera, Manuel J. Estampas etnogr谩ficas de Teno Alto (Buenavista del Norte, isla de Tenerife, Canarias). Buenavista del Norte: Ayuntamiento de Buenavista del Norte, 1987.

 

- Luis Gonz谩lez, Manuel. Los paisajes naturales del macizo de Teno. [Memoria de licenciatura]. La Laguna: Universidad de La Laguna, 1984. [In茅dito].

 

- Marzol Ja茅n, Mar铆a Victoria. La captaci贸n del agua de la niebla en la isla de Tenerife. [Santa Cruz de Tenerife]: Caja General de Ahorros de Canarias, 2005.

 

Notas

 

1 Por 鈥榯agora鈥 se conocen las estructuras de piedra que serv铆an a los pastores como cobijo ante las inclemencias del tiempo mientras vigilaban al ganado. En Teno son bastante numerosas.

 

2 Decreto 309/1999, de 19 de noviembre, por el que se aprueba el Plan Rector de Uso y Gesti贸n del Parque Rural de Teno.

 

3 Sobre las de suelo de tosca, llamadas 鈥榬iscas鈥, se opina que son m谩s sucias, pues el grano se obtiene con un mayor contenido de piedrecillas. Testimonio de D. Rafael Gonz谩lez (2005).

 

4 A las piedras que lo conforman tambi茅n se las denomina 鈥榣aderos鈥 o 鈥榞ualderas鈥.

 

5 En otros lugares ventosos, como Los Bald铆os o El Sobradillo, las eras se rodean de un bardo de eucaliptos o cipreses, sobre los cuales se apoya una estructura conocida como 鈥榚nramada鈥 con la misma funcionalidad.

 

6 Testimonio de D. Rafael Gonz谩lez (2005).

 

7 Testimonio de D陋 Mar铆a Gonz谩lez P茅rez. (2006).

 

8 Es posible observar estos palos tirados en la propia era o sus alrededores y en alg煤n caso han quedado 鈥渆mparedados鈥 en el propio aventadero cuando han sido reconstruidas las paredes ca铆das al darles otras funciones.

 

9 Tambi茅n se pod铆a colocar una 鈥渟谩bana鈥 hecha de sacos o mantas viejas. Testimonio de D陋 Cipriana Mart铆n Mart铆n (2005).

 

10 Testimonio de D. Jos茅 D铆az Medina (2006).

 

11 Marzol Ja茅n (2005), pp. 144-145.

 

12 De echar grelos, es decir, germinar la simiente.

 

13 Incluso el lino empleado como fibra vegetal se romp铆a en las eras. Testimonio de Jos茅 D铆az Medina (2006).

 

14 鈥楳ollo鈥 o 鈥榤olle鈥 es el conjunto de espigas que el segador ata unidas.

 

15 La 鈥榗arga鈥 es el conjunto de diecis茅is mollos colocados sobre las bestias.

 

16 Se llama 鈥榓carreto鈥 a la faena de trasladar las cargas desde las huertas a la era.

 

17 D. Jos茅 Mart铆n nos contaba muy gr谩ficamente c贸mo los burros cargaban una s谩bana de trigo hasta la era. Las 鈥榮谩banas鈥 eran telas grandes de lana que se ataban por las cuatro puntas encerrando en su interior el trigo de la cosecha.

 

18 Amontonamientos de mollos, de hasta 2 贸 3 metros de altura, en terrenos adyacentes a la era, colocados con las espigas hacia adentro y rematados con helechos, a la espera de las condiciones propicias para la trilla. Cuando ten铆a menores dimensiones se le llamaba 鈥榬ollera鈥.

 

19 Por 鈥榖estias鈥 se entiende el ganado que formaban los caballos y, m谩s com煤nmente, los mulos o burros.

 

20 La trilla en cobra se realiza cuando los animales no llevan un yugo que los una, sino que se un铆an mediante una trenza de soga de pitera.

 

21 Por 鈥榯agor贸n鈥 se conoce a las tagoras grandes donde pod铆an refugiarse varios cabreros a la vez. Testimonio de D. Jos茅 Mart铆n.

 

22 Testimonio de D. Jos茅 Mart铆n.

 

23 Incluimos la Era de Teno Bajo, situada a 70 metros de altitud en Teno Bajo, por motivos de los itinerarios, aunque se sale de los patrones y l铆mites territoriales analizados.

 

 

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