El agua del Pozo de Sabinosa, en El Hierro

Carlos Teixidor Cadenas

Fotos: Centro de Fotograf铆a Isla de Tenerife - Colecci贸n P茅rez Cruz - Colecci贸n MMM

Luis N贸brega - Carlos Teixidor Cadenas

 

Desde hace m谩s de 300 a帽os, la isla de El Hierro cuenta con un pozo de aguas curativas, en la costa de Sabinosa. Fue perforado entre 1702 y 1704 para intentar abastecerse de agua potable, pero su agua result贸 un tanto salobre, aunque muy 煤til para dar de beber al ganado. Pronto se comprob贸 que los animales y las personas de la zona gozaban de mejor salud.

 

Las propiedades del agua de ese pozo fueron conocidas fuera de la isla, acudiendo incluso personajes distinguidos. As铆, por el a帽o 1843, desde Gran Canaria lleg贸 el conde de la Vega Grande, tomando esas aguas hasta recuperar la salud, convirti茅ndose despu茅s en su mejor propagandista. Mand贸 analizar el agua en Par铆s, por el c茅lebre doctor Orfila. Tambi茅n en 1843-1844, el 鈥減rofesor de Farmacia鈥 Gonz谩lez Serrano analiz贸 el agua, y el m茅dico Bartolom茅 Saur铆n, residente en Tenerife, consigui贸 su declaraci贸n como agua minero-medicinal.

 

Otro m茅dico, Miguel B. Espinosa, public贸 extensos y documentados art铆culos sobre el Pozo de Sabinosa en la Revista de Canarias (septiembre de 1880) y en La salud: revista quincenal de intereses vitales (durante el a帽o 1883). El Dr. Espinosa manifestaba haber pasado una buena parte de su juventud en la isla de El Hierro, y por tanto tener 鈥datos suficientes para hablar con cierta autoridad sobre las especiales condiciones de aquellas aguas鈥.

 

La fama del Pozo de Sabinosa qued贸 consolidada. A pesar de las dificultades de acceso, continu贸 la peregrinaci贸n de enfermos y curiosos viajeros, especialmente durante el verano. Y quienes no se atrev铆an a realizar el penoso viaje, pod铆an conseguir el agua en otras islas, pues era comercializada en peque帽a escala en algunas tiendas y farmacias. Por ejemplo, el peri贸dico Diario de Tenerife, el 19 de junio de 1890, public贸 el siguiente anuncio: 鈥En la Calle de la Noria n煤m. 47 se halla acreditado dep贸sito de agua del Pozo de la Sabinosa鈥.

 

 

Tambi茅n se embarc贸 el agua rumbo a tierras americanas. As铆, el Diario de Tenerife, el 21 de noviembre de 1891, rese帽贸 la reciente salida 鈥揹esde Santa Cruz鈥 del vapor espa帽ol Crist贸bal Col贸n, para Puerto Rico y La Habana, con 99 garrafones de agua de Sabinosa. Otros productos isle帽os transportados en el mismo barco fueron: almendras dulces, vino, higos secos y papas.

 

En 1891 los ba帽os se pod铆an tomar con relativa comodidad y buena organizaci贸n. Veamos lo que dec铆a una cr贸nica de Diario de Tenerife, el 17 de abril: 鈥El d铆a 1潞 de Mayo pr贸ximo se abre en Sabinosa de la Isla del Hierro la acreditada fonda de D. Manuel P茅rez Cobela (a) [alias] Gallego. Tiene para la presente temporada de ba帽os 14 habitaciones m谩s que el a帽o pasado y se promete dar a los ba帽istas el esmerado trato que acostumbra y de que ya tienen noticia personas de lo m谩s escogido de esta Capital鈥. Y seg煤n otra cr贸nica del 25 de agosto, 鈥淸...] son muchos los forasteros que han acudido en la presente temporada a tomar los ba帽os y aguas del Pozo de Sabinosa鈥.

 

 

Lentamente se fue introduciendo y alternando el nuevo nombre de Pozo de la Salud para denominar el lugar, en vez de Pozo de Sabinosa. Por ejemplo, el mismo Diario de Tenerife, en una cr贸nica aparecida el 29 de julio de 1891 dec铆a: 鈥Por cartas particulares recibidas de la isla del Hierro sabe un colega que en el punto denominado Pozo de la Salud, se han dejado sentir ligeros temblores de tierra鈥.

 

Llegado el a帽o 1892, se conocen los resultados de nuevos an谩lisis realizados en Inglaterra y se tienen m谩s noticias de sus indicaciones curativas. Gracias a una cr贸nica publicada en Diario de Tenerife el 2 de noviembre, nos informamos de que 鈥El Dr. Adam, m茅dico muy conocido en Liverpool, a quien se le mand贸 una muestra del agua de Sabinosa, procedente de los ba帽os sulfurosos de la isla del Hierro, para ser analizada, escribe lo siguiente: Este an谩lisis indica una excelente agua salinosa purgativa muy 煤til en todos los casos de enfermedad del h铆gado, y para algunas afecciones de los ri帽ones, de donde puede sobrevenir la hidropes铆a [edema]. Tambi茅n ser谩 muy beneficiosa en las enfermedades del cutis que resultan, como es frecuente, de la corrupci贸n de la sangre a causa del reuma y gota.- Una serie de ba帽os en esta agua, unida a la residencia durante algunas semanas en las islas Canarias, disfrutando de la ben茅fica acci贸n de su magn铆fico clima, pronto repondr铆an al enfermo d谩ndole salud y fuerza鈥.

 

En libros escolares utilizados para la ense帽anza infantil en Canarias tambi茅n se mencionaba la existencia de aguas medicinales en Sabinosa. El libro de texto m谩s representativo fue el titulado Descripci贸n geogr谩fica de las islas Canarias (Santa Cruz de Tenerife, 1897), escrito por el maestro Juan de la Puerta Canseco. En el cap铆tulo sobre El Hierro, y despu茅s de recordar el c茅lebre 谩rbol Garo茅, derribado por un furioso hurac谩n, en otro p谩rrafo se dice: 鈥Tiene una fuente medicinal llamada de Sabinosa, que ha adquirido gran renombre por los saludables efectos de sus aguas, que son purgativas. Inmediatas al manantial hay dos casas de hospedaje鈥. Y en nota a pie de p谩gina transcribe el antiguo an谩lisis practicado por el farmac茅utico Gonz谩lez Serrano.

 

 

En gu铆as tur铆sticas de Canarias se resaltaba la importancia del pozo. En gu铆as brit谩nicas, como las de Samler Brown, editadas entre los a帽os 1889 y 1932, se dec铆a que esas aguas minerales eran muy utilizadas para enfermedades de la piel. Entonces ya exist铆a un turismo de salud, y ese autor escrib铆a sus libros para orientar a turistas y enfermos cr贸nicos, como queda de manifiesto, por ejemplo, en el t铆tulo de su segunda edici贸n, a帽o 1890: Madeira and the Canary islands: a practical and complete guide for the use of invalids and tourists.

 

Entre las gu铆as editadas en Canarias podemos destacar la titulada: ABC de las islas Canarias: gu铆a pr谩ctica ilustrada, turista-comercial, segunda edici贸n, a帽o 1912. En su apartado sobre El Hierro resalta un texto titulado 鈥淔uente medicinal鈥, que en parte trascribimos: 鈥Obra de los Volcanes de esta isla es el manantial de aguas sulfurosas, llamado de Sabinosa, que nace en la playa en un pozo de 11 metros de profundidad entre rocas bas谩lticas [...]. El agua es termal, clara, transparente, de sabor salado, gases sulfurosos y de efectos purgantes. Su temperatura al salir tiene 36潞 cent铆grados, destil谩ndose por los poros de infinidad de piedras l谩vicas. Se recomienda contra toda clase de enfermedades de la piel鈥.

 

Fotograf铆as antiguas del pozo

 

La fotograf铆a m谩s antigua del Pozo de Sabinosa, o Pozo de la Salud, fue tomada el 27 de septiembre de 1883 por John Harris Stone, marido de la escritora Olivia M. Stone. Ambos viajaron por las siete islas desde septiembre de 1883 hasta febrero de 1884. Olivia escribi贸 el texto del libro titulado Tenerife and its six satellites (Tenerife y sus seis sat茅lites), que se public贸 ilustrado con numerosos grabados obtenidos a partir de las fotograf铆as de su marido. Esta obra sali贸 en primera edici贸n en 1887, y la segunda vio la luz en 1889. Sobre el agua mineral, Olivia coment贸 que estaba algo tibia y ten铆a un ligero sabor a azufre; describi贸 el brocal del pozo anotando que estaba levantado con cuatro piedras planas que formaban un cuadrado de unos dos pies de alto.

 

 

John H. Stone tom贸 otras fotograf铆as en la isla de El Hierro, tambi茅n en septiembre de 1883. Una vista de Valverde, con la iglesia parroquial de la Concepci贸n en primer t茅rmino, est谩 reproducida en el libro La fotograf铆a en Canarias y Madeira: 1839-1900, de Carlos Teixidor (Madrid: el autor, 1999). Pero como la fotograf铆a original del pozo (titulada 鈥淢ineral Well鈥) no ha podido ser localizada, en el presente art铆culo se reproduce su versi贸n en forma de grabado.

La siguiente fotograf铆a, por orden de antig眉edad, es la espl茅ndida vista tomada hacia los a帽os 1895-1901, en la que vemos un grupo de doce personas reunidas junto al brocal del pozo. En la gran ampliaci贸n, al comienzo de este art铆culo, destaca la presencia de un hombre con gafas, elegantemente vestido, con lazo blanco al cuello, que sostiene un vaso de vidrio lleno de agua. Quiz谩s tenga cierto parecido con el famoso 鈥渕茅dico ruso鈥 (Eduardo Dolkowsky), que residi贸 en El Hierro entre los a帽os 1900 y 1904. Una segunda posibilidad ser铆a que fuese el m茅dico tinerfe帽o Juan Bethencourt Alfonso. En cualquier caso se trata de una persona muy distinguida.

 

Existe otra fotograf铆a de la misma serie, encuadrando el incipiente n煤cleo de casas del Pozo de la Salud. Entre las rocas se ven seis personas, y m谩s arriba algunas de las casas donde se tomaban los ba帽os. Esas dos fotograf铆as, de autor desconocido, han sido facilitadas por el Centro de Fotograf铆a Isla de Tenerife, que conserva sus respectivos negativos originales de vidrio, del formato 9 x 12 cm.

 

 

Miguel Brito, fot贸grafo establecido en Santa Cruz de La Palma, fue el autor de la vista en la que podemos contar m谩s de 40 personas reunidas junto al pozo. Esta imagen, tomada entre los a帽os 1905 y 1910, es de gran inter茅s etnogr谩fico. Se distinguen diversos objetos imprescindibles: dos cubos met谩licos, atados a sus respectivas cuerdas, para extraer el agua del pozo; dos tinas de madera para almacenar el agua; dos latas para calentar el agua de los ba帽os; un peque帽o barril o pipa; y diversos vasos para beber. Unas 10 personas est谩n tomando agua, quiz谩s para purgarse. Esta fotograf铆a antigua perteneci贸 a la colecci贸n de Jos茅 Antonio P茅rez Cruz, pero ahora se conserva en la Fedac, del Cabildo de Gran Canaria.

 

La tarjeta postal fotogr谩fica titulada N潞 106. Paisaje campestre... tambi茅n es muy interesante, aunque est谩 rotulada err贸neamente como si fuese de Tenerife. En esta vista se puede comprobar la presencia de ganado vacuno en cercana convivencia con las personas. La imagen fue tomada, entre los a帽os 1911 y 1913, por J.B. Laforet, de la casa tinerfe帽a Photo-Art. Esta postal pertenece a la colecci贸n privada de Jos茅 Antonio P茅rez Cruz.

Por 煤ltimo vamos a comentar un par de postales datables hacia los a帽os veinte, de la marca Foto M, de encuadre vertical. En la solitaria vista del Pozo de la Salud no aparecen personas, s贸lo se adivina un caballo. Todav铆a no se hab铆a construido el viejo balneario. Y en la otra vista se ven algunas casas dispersas del pueblo de Sabinosa. Ambas tarjetas son del formato 9 x 14 cm, un poco menores que las actuales postales. Pertenecen a la colecci贸n de Manuel Mart铆n Mart铆nez, un canario residente en Londres.

 

 

El ingeniero Vallabriga

 

El ingeniero militar Jos茅 Rodrigo-Vallabriga y Brito (Cuba, 1876-Santa Cruz de Tenerife, 1965) fue un gran entusiasta de las aguas del Pozo de la Salud desde las primeras d茅cadas del siglo XX. De familia de tradici贸n militar, sirvi贸 en la misma profesi贸n en el Arma de Ingenieros. Y como su madre era herre帽a, siempre tuvo especial cari帽o por El Hierro.

Persona muy activa y polifac茅tica, intervino en la construcci贸n de la parte de hormig贸n de la catedral de La Laguna, cuyas obras casi finalizaron en 1913. Y en la isla de El Hierro proyect贸 numerosas obras militares y civiles. Fue una especie de protector del pueblo de Sabinosa, favoreciendo los intereses materiales de sus habitantes y promocionando el grupo folcl贸rico local.

 

Antes de interesarse por la explotaci贸n de las aguas del Pozo de la Salud, en el a帽o 1905 obtuvo autorizaci贸n para 鈥alumbrar aguas sub谩lveas en el cauce del barranco Los Corralillos y sus afluentes; en el t茅rmino municipal de Ag眉imes (Gran Canaria)鈥 (Gaceta de Madrid, 22 de junio de 1905).

 

 

A帽os despu茅s, en 1923, se public贸 lo siguiente: 鈥D. Jos茅 Rodrigo Vallabriga ha presentado en el Gobierno civil instancia y documentos solicitando la concesi贸n para la explotaci贸n y venta en botellas de las aguas mineromedicinales del pozo de la Salud, en Sabinosa, t茅rmino municipal de La Frontera en la isla del Hierro; y la expropiaci贸n de doscientos metros cuadrados del terreno donde dicho pozo se halla enclavado鈥 (Diario de Las Palmas, 7 de febrero de 1923).

 

Dos a帽os m谩s tarde obtiene la concesi贸n para explotar con derecho exclusivo las aguas del pozo, por 99 a帽os, con algunas condiciones establecidas por el Ayuntamiento de La Frontera. Sin embargo, el ingeniero Vallabriga tard贸 todav铆a cerca de 30 a帽os en construir un balneario y embotellar las aguas de forma industrial. Antes ocurrieron muchas calamidades: la Guerra Civil, la escasez de la posguerra, y la terrible sequ铆a del 鈥渁帽o de la seca鈥 (1948), que ocasion贸 la emigraci贸n de la mitad de la poblaci贸n de la isla.

 

 

El coronel Vallabriga, al cumplir la edad reglamentaria de 62 a帽os, pas贸 a la situaci贸n de reserva en enero de 1938, y hacia 1940 se retir贸. Con la jubilaci贸n pudo dedicarse intensamente a sus aficiones y a tratar de sacar adelante la explotaci贸n del Pozo de la Salud. Poco a poco fue salvando todos los obst谩culos burocr谩ticos, tales como registrar una marca o conseguir la declaraci贸n de utilidad p煤blica.

 

Como presidente de la Comunidad Aguas de Sabinosa, en 1945 solicit贸 y obtuvo el registro de la marca denominada 鈥淎guas de Sabinosa鈥 en el Registro de la Propiedad Industrial. Es decir, en primer lugar se protegi贸 el nombre 鈥淎guas de Sabinosa鈥 para distinguir esas aguas minero-medicinales. Como ampliaci贸n o derivaci贸n de la marca anterior, en 1946 solicit贸 registrar el dise帽o de una etiqueta rectangular con el dibujo de un frondoso 谩rbol rodeado de un castillo y un le贸n (tal como vemos en la p谩gina anterior). Pero en 1948 se deneg贸 la concesi贸n en la forma solicitada, por tener ligero parecido con otras cinco marcas, en las que tambi茅n aparec铆an 谩rboles u otros elementos similares. Por ejemplo, en 1944 ya se hab铆a solicitado el registro de una etiqueta de la marca 鈥淓l Manzano鈥 (de Almonaster, Huelva), que utilizaba el dibujo de un manzano como distintivo de sus 鈥aguas milagrosas鈥. Los expedientes se conservan en la Oficina Espa帽ola de Patentes y Marcas, en Madrid.

 

 

Un paso decisivo fue conseguir que se declarasen 鈥de utilidad p煤blica las aguas de Sabinosa, en el pozo denominado La Salud鈥. En el Bolet铆n oficial del Estado de 24 de mayo de 1949, se public贸 esa declaraci贸n efectuada mediante orden del Ministerio de la Gobernaci贸n. La solicitud la efectu贸 el Sr. Vallabriga, aunque en el expediente es citado err贸neamente como 鈥Villabriga鈥. Las aguas fueron clasificadas como 鈥clorurado-s贸dicas sulfatadas鈥, autoriz谩ndose su venta en forma embotellada.

 

En los a帽os 50 y comienzos de los 60, el agua se vend铆a en botellas de vidrio, elegantemente serigrafiadas con tinta roja. No se emple贸 el dibujo del 谩rbol, sino una representaci贸n del sol en el horizonte, emitiendo sus rayos. Entre las frases impresas se pod铆a leer: 鈥Medalla de oro en la Exposici贸n Ibero-Americana de Sevilla鈥, 鈥Aplicaciones: [...] el digestivo m谩s poderoso, c贸licos, ri帽贸n, [...] h铆gado, intoxicaciones, fatiga [...], eczemas, ven茅reo, s铆filis, estre帽imiento鈥, 鈥Las aguas m谩s radio activas del mundo鈥.

 

 

La explotaci贸n era una peque帽a industria casi artesanal. En el Pozo de la Salud, el agua reci茅n extra铆da era introducida en garrafones, que se precintaban. Y esos garrafones se transportaban en barco hasta Santa Cruz de Tenerife. All铆, en un local de la plaza de la Iglesia, se proced铆a a su trasvase a botellas de vidrio. Y a continuaci贸n se distribu铆a a los comercios que la solicitaban, de Tenerife y de otras islas.

 

En Lanzarote, por ejemplo, el agua se pod铆a comprar en Arrecife, en el a帽o 1962. Veamos extractos de un anuncio en la prensa local: 鈥Agua de Sabinosa. Elimina las causas de muchas enfermedades. Ayuda a combatir y a curar enfermedades inevitables鈥; 鈥Indigestiones, intoxicaci贸n, c贸licos, etc., desaparecen, en el acto, con unos vasos de esta agua maravillosa. Como Agua de Mesa es muy agradable, fr铆a o con vino, y permite cualquier exceso en las comidas鈥 (Antena: semanario deportivo-cultural, 29 de mayo de 1962).

 

 

Con 89 a帽os falleci贸 Jos茅 Rodrigo-Vallabriga, en Santa Cruz de Tenerife, en abril de 1965. En su 煤ltima etapa parec铆a disfrutar de una envidiable salud, que era buena propaganda de las aguas que promocionaba. Aparentemente, el agua del pozo fue su elixir de la eterna juventud. Tras su desaparici贸n f铆sica, su obra se fue desmoronando lentamente. El agua dej贸 de embotellarse y el incipiente balneario qued贸 abandonado. Termin贸 as铆 una ef铆mera edad de oro del Pozo de la Salud, que aunque con deficiencias, contaba con lo m谩s importante: un agua pura y curativa.

 

El libro de Jacinto

 

El sastre y humorista Jacinto del Rosario (Gran Canaria, 1898-Santa Cruz de Tenerife, 1958), public贸 en 1950 una divertida cr贸nica autobiogr谩fica que titul贸 Viaje estramb贸tico al Pozo de la Salud. El libro, de 121 p谩ginas, fue editado en Santa Cruz de Tenerife e ilustrado por el propio autor (salvo el dibujo de la sobrecubierta). Viene a ser un libro de aventuras que relata su viaje y estancia en el Pozo de la Salud, tomando las aguas. Es un testimonio de primera mano de las experiencias reales (aunque noveladas) de un 鈥渁g眉ista鈥, o ba帽ista, que quiere guiar a otros viajeros. Y el mejor recuerdo para los que ya estuvieron. Es un manual para conocer los rituales que entonces segu铆an quienes necesitaban tomar las aguas.

 

 

La parte m谩s interesante comienza en el cap铆tulo V, con la llegada al pozo. All铆 es recibido por 鈥Valentina, la tamborilera鈥 (la c茅lebre 鈥渄o帽a Valentina, la de Sabinosa鈥), que, junto con su marido Esdras, preparaba los ba帽os calientes. Con s贸lo introducir un dedo en el ba帽o, do帽a Valentina comprobaba la temperatura del agua y exclamaba: 鈥隆Ya est谩 calentita; puede meterse!鈥.

 

Do帽a Valentina Hern谩ndez (Sabinosa, 1891-1976) es bien recordada como folclorista y cantadora, y fue la mejor representante de la m煤sica tradicional herre帽a. Tocaba el tambor y cantaba antiguas melod铆as, con el acompa帽amiento de su agrupaci贸n, con pitos y ch谩caras. En su repertorio de cantos y bailes herre帽os destacaban el Arrorr贸, el Tango y el Vivo. Nos dej贸 una frase para meditar: 鈥las costumbres de los viejos no deben de abandonarse鈥. Jacinto escribi贸 en su libro: 鈥En esta mujer se condensan todas las tradiciones de este viejo lugar, mantenidas de padres a hijos. Nada sufre aqu铆 alteraci贸n renovadora. S贸lo existe una teor铆a moral: 隆As铆 me lo dejaron, as铆 lo dejo!鈥.

 

 

Respecto al Pozo de la Salud, las actividades de do帽a Valentina est谩n puntualmente recogidas en el libro de Jacinto. Atend铆a y orientaba a los clientes, preparaba los colchones, el agua de malva, los ba帽os, o tra铆a un farol. Pero tambi茅n Jacinto escribi贸 sobre los descansos: 鈥Estas horas de asueto son aprovechadas por Valentina, la gran animadora, para, tambor en ristre, endilgarnos alguna de sus encantadoras melopeas鈥.

 

La acci贸n transcurre en el verano de 1949 (aunque no se dice). En ese a帽o Jacinto sufri贸 la operaci贸n urgente de una hernia estrangulada, y m谩s tarde march贸 al pozo a terminar de recuperarse. Pero no fue su primer viaje al pozo, sino la s茅ptima vez consecutiva que tomaba las aguas de Sabinosa. A trav茅s del peri贸dico La tarde, de los a帽os 1949 y 1950, podemos seguir la vida del popular Jacinto, que escrib铆a art铆culos y dirig铆a una compa帽铆a teatral de aficionados.

 

 

Todos los a帽os, desde hace siete, me traslado a la peque帽a isla de Ombrios y durante un mes convivo con sus habitantes y comparto con ellos la situaci贸n en que [se] halla sumida, todo ello mitigado por la bondad indiscutible de las aguas de Sabinosa, que durante todo este tiempo sostienen como cosa de milagro la carcomida ruina de mi organismo鈥 (Jacinto, La tarde, 13 de enero de 1950). Por cierto, 鈥淥mbrios鈥 es el nombre de una de las islas Afortunadas que cit贸 Plinio, y para algunos autores se identifica con El Hierro.

 

Do帽a Rosa

 

La 煤ltima gran entusiasta del agua del Pozo de la Salud fue do帽a Rosa, la propietaria de Casa Rosa, el 煤nico alojamiento de los ba帽istas en los a帽os 70 y 80 del siglo XX. En esta 茅poca la zona del pozo estaba en decadencia, con muchas casitas arruinadas y el viejo balneario abandonado. Solamente do帽a Rosa manten铆a la tradici贸n. Y eso que do帽a Rosa era una se帽ora de Las Palmas, que se mudaba al pozo en la temporada de los ba帽os (de mayo a octubre).

 

A finales de octubre de 1981 beb铆 las aguas del Pozo y tom茅 los ba帽os calientes por primera vez. El lugar me pareci贸 el fin del mundo, pues llegu茅 caminando muchos kil贸metros por carreteras sin asfaltar. El paisaje me pareci贸 maravilloso y all铆 permanec铆 una semana descansando y practicando la hidroterapia. Era el 煤nico hu茅sped de Casa Rosa. Con un libro de bot谩nica y mi c谩mara fotogr谩fica, tambi茅n realic茅 largas caminatas, incluso hasta el faro de Orchilla. Desde entonces, el oeste de El Hierro es mi para铆so.

 

 

En tiempos de do帽a Rosa se realiz贸 una acertada variaci贸n en la tradici贸n de los ba帽os, y el ba帽o caliente se empez贸 a dar por la ma帽ana, inmediatamente despu茅s de la purga y de beber una tisana. Anteriormente, incluso en la 茅poca de do帽a Valentina, s贸lo la purga era por la ma帽ana, mientras que el ba帽o se tomaba al anochecer. Desconozco las razones de la innovaci贸n, pero me parece m谩s saludable un ba帽o muy caliente en ayunas, despu茅s de haber limpiado todo el aparato digestivo bebiendo litros y litros de agua.

Los ba帽os tradicionales se tomaban a una temperatura entre 42 y 45 grados cent铆grados (o Celsius), durante 15 minutos. El primer d铆a conven铆a empezar con una temperatura moderada, de cerca de 42 grados. Y en los d铆as siguientes se iba subiendo lentamente, hasta llegar a la temperatura m谩xima que se pudiese soportar sin malestar. En mi caso, a 45 grados estaba perfectamente, pero a 46 ya no. Do帽a Rosa, por su larga experiencia, pon铆a justamente los ba帽os a 45潞C.

 

En 1981, en Casa Rosa, solamente trabajaban do帽a Rosa y su marido. Y por las tardes se acercaba a conversar do帽a Pancha (Francisca Mach铆n), que viv铆a en una casita de los alrededores. Do帽a Pancha hilaba continuamente, porque ten铆a un telar arriba, en el pueblo de Sabinosa. Estas tres personas eran los 煤nicos habitantes estacionales del Pozo de la Salud. El ambiente era familiar, y los d铆as trascurr铆an llenos de an茅cdotas simp谩ticas.

En 1982 regres茅 al pozo. La novedad era que hab铆a fallecido el marido de do帽a Rosa, y ahora le ayudaba un muchacho de Las Palmas llamado Jacinto (que no hay que confundir con el escritor del libro). En 1982 el agua todav铆a era pura y curativa, aunque no creo que realizasen an谩lisis. Para las purgas, los propios clientes sac谩bamos el agua del pozo, con un cubo y una larga cuerda (la profundidad del pozo es de 10鈥6 m, sin contar el brocal). Era muy agradable extraer el agua personalmente y beberla de inmediato, a su temperatura natural de 36 贸 37 grados.

 

 

El nuevo hotel-balneario

 

En 1995 el Cabildo de El Hierro inaugur贸 las instalaciones del nuevo Hotel-Balneario Pozo de la Salud, con categor铆a de tres estrellas. Presenta una oferta tur铆stica moderna, con muchos complementos: piscina, masajes, tratamientos de belleza, sauna, gimnasio, circuito de aguas, etc. Es un buen hotel para pasar una temporada de descanso. Tiene personal eficiente y correcto. Y entre 2009 y 2010 se ha sometido a obras de mejora. Junto con el Parador, atrae un turismo de calidad.

Respecto a los ba帽os tradicionales, el nuevo hotel los incorpor贸 como una opci贸n minoritaria. Quiz谩s falt贸 el asesoramiento de do帽a Rosa, que en el a帽o 2001 ya era mayor de 80 a帽os, pero todav铆a cuidaba su casa, sus animales y sus recuerdos. Tras fallecer do帽a Rosa, su casa ha permanecido cerrada. Como sugerencia, podr铆a crearse un museo o un centro de interpretaci贸n sobre el agua del Pozo de la Salud, abarcando las construcciones de la antigua Casa Rosa y las casitas de los alrededores, como el 鈥渃uarto鈥 del ingeniero Vallabriga.

 

La vida transcurr铆a pl谩cidamente, estando todos adormilados en sus rutinas, cuando en octubre de 2008 se public贸 la noticia de que las aguas del pozo estaban muy contaminadas por bacterias. La informaci贸n fue redactada por el suizo Ruedi Rohr y publicada en el peri贸dico El Hierro digital (www.elhierrodigital.es). La noticia original, y decenas de art铆culos del tema, pueden leerse en ese peri贸dico, en Internet, agrupados en un informe monogr谩fico titulado 鈥淧or la salud del pozo鈥.

 

Desde el Cabildo de El Hierro se respondi贸 intentando desmentir la informaci贸n, pero reconociendo que el agua 鈥se filtra y es analizada鈥. Es decir, como las autoridades ya sab铆an que el agua no era potable, decidieron tratarla para depurarla. As铆 es que el agua ha sido sometida a toda una bater铆a depurativa, con filtros f铆sicos, ozono y rayos ultravioletas, logrando eliminar el 85 % de las bacterias, pero no el 100 %. Por tanto, y hasta que no se solucione el problema, no conviene beber el agua del pozo, ni tampoco la depurada.

 

Es fundamental tener en cuenta que el agua declarada minero-medicinal, de utilidad p煤blica, debe ser bacteriol贸gicamente sana en origen. Legalmente no est谩 permitido tratar esas aguas, porque deben ser puras. La calidad 鈥渁gua minero-medicinal鈥 es la m谩xima, y no es correcto sustituirla por agua potable preparada.

La calidad original del agua debe y puede recuperarse. El agua del Pozo de la Salud ha sido uno de los s铆mbolos de identidad de la isla.

 

Es necesario trabajar eficazmente para eliminar las causas de la contaminaci贸n actual. Se han ido construyendo casas sobre el acu铆fero, cerca del pozo, y ninguna red de alcantarillado es segura al 100 %. Adem谩s existen algunos pozos negros, que habr铆a que limpiar y suprimir. Y tambi茅n es una amenaza el futuro polo tur铆stico de la zona.

 

 

En cuesti贸n de meses el agua podr铆a volver a ser pura, si se toman medidas acertadas. El pozo mejorar铆a con un cierto per铆metro de protecci贸n, libre de casas habitadas y de asfalto. Con el asesoramiento de expertos en aguas minero-medicinales se podr铆a delimitar esa zona de seguridad y establecer un plan de recuperaci贸n. Finalmente, en marzo de 2010, la Plataforma Pro-Defensa de los Intereses del Municipio de La Frontera ha propuesto la celebraci贸n de un Congreso Internacional de Aguas Minero-medicinales, coincidiendo con la futura reapertura del Hotel-Balneario. Esta idea es muy positiva, porque as铆 se podr谩 certificar la calidad del agua e iniciar una nueva etapa de prosperidad para la isla.

 

Nota final

La historia del agua de este pozo es muy interesante y merecer铆a ser publicada en forma de libro monogr谩fico. Durante el pr贸ximo curso acad茅mico 2010-2011, en la Facultad de Medicina de la Universidad de La Laguna, est谩 previsto que el m茅dico Fabi谩n Hern谩ndez Romero defienda su tesis Contribuci贸n al estudio de las aguas minero-medicinales del Pozo de la Salud. Isla de El Hierro. Deseamos que sea publicada y que las aguas del pozo recuperen su esplendor.

 

 

AN脕LISIS QU脥MICOS DEL IGME

Fechas

pH

Conductividad

Cloruros

Sulfatos

Bicarbonatos

Sodio

Potasio

Calcio

Magnesio

S铆lice

10/01/1973

7鈥3

12700

4840

768

1379

2782

120

168

478

25

26/05/1973

7鈥2

4207

713

1390

2450

137

152

433

18鈥5

03/07/1980

6鈥7

9700

4524

757

982

2680

25

70

433

31鈥2

02/10/1981

8

16400

4790

818

1012

2750

144

85

481

45鈥6

25/06/1984

8鈥9

13380

4533

494

884

2551

119

16

439

70

17/05/1989

7鈥5

15530

4989

898

1430

3050

132

180

500

 

 

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